Después de la GIRA POR AMÉRICA en la que viajamos en auto durante 4 años continuos, desde 2010 a 2014, presentando el espectáculo Mandrágora Circo en festivales y teatros de 18 países, desde la Patagonia, Argentina hasta Alaska, Estados Unidos, en Noviembre de 2014 regresamos a Argentina por unos meses. El auto con el que hicimos la gira lo dejamos en Calgary Canadá, para luego volver a buscarlo y continuar.
Los meses que pasamos en Argentina seguimos viajando, como lo habíamos hecho desde que iniciamos con Mandrágora Circo en el año 2003. Aterrizamos en las Tierras de Avalon, en Canning, Buenos Aires donde nuestro gran amigo Juan Laso y su familia nos recibieron e hicimos funciones. Desde ahí viajamos a Mendoza y a la Patagonia donde participamos en festivales, hicimos giras y principalmente, nos reencontramos con muchos amigos lo que hizo que nos quedemos en el país mas tiempo de lo planeado.
Todavía no teníamos decidido hacia donde íbamos a continuar la gira cuando de repente nos llego una invitación para participar en el festival de teatro de Nuevo León en México y fue así como volvimos a salir y el camino se empezó a armar otra vez.
Después de 9 meses en Argentina, en Julio de 2015 viajamos desde Trelew, la ciudad donde formamos Mandrágora Circo, al centro de Argentina para participar en Festivales de Teatro en Rosario y Buenos Aires y desde ahí volamos a Monterrey, México para participar en el Festival de Teatro de Nuevo León junto a excelentes producciones teatrales de México y América.
Desde México volamos a Canadá y llegamos a la ciudad de Calgary, donde nos reencontramos con Dave y Marie, nuestros queridos amigos del camino, que conocimos una noche en un recital de música en Whitehorse, Canada en el año 2014. Ellos nos invitaron a su casa, donde pasamos muy buenos y divertidos momentos, y nos ofrecieron el garage para guardar el auto durante todo el tiempo que estuvimos en Argentina.
A mediados de Agosto, después de haber pasado todo el invierno con temperaturas de 20 grados bajo cero y nieve todo alrededor, el auto arranco sin problemas y volvimos a la ruta, como si el tiempo no hubiera pasado, estábamos otra vez sentados en el auto manejando, esta vez en dirección al sur y por nuevos caminos. En British Columbia, Canada nos reencontramos con Geo, Gen, Sam y su familia, también amigos de Calgary, con quienes el año anterior habíamos compartido funciones y muchos buenos encuentros y una vez mas compartimos buenos momentos.
Continuamos el viaje por la costa oeste de Estados Unidos, en los estados de Washington, Seattle y California, entre mar, dunas y bosques de arboles gigantes.El camino de la gira se iba armando y recibimos la invitación para participar con el espectáculo en el Festival de Teatro para niños de Bucarest, Rumania en Octubre de ese mismo año. El único detalle era que la invitación incluía los pasajes pero saliendo desde Argentina, por lo tanto teníamos que regresar nuevamente y para esto debíamos que resolver que hacer con el auto.
Pasando San Francisco, California vimos que en un pequeño pueblo de la costa se organizaba un encuentro de autos Citroën, que no son muy comunes ya que no se venden en Estados Unidos desde los años 60. Decidimos parar con nuestra Citroën Berlingo y propusimos presentar una función para los aficionados coleccionistas de autos que quedaron asombrados al ver la Berlingo que viajo 70.000 km desde la Patagonia hasta Alaska, sin fallas en el camino y todavía seguía andando. Pasamos dos días estacionados junto a un montón de autos clásicos contando nuestras historias. La noche de la cena de gala, presentamos un fragmento del espectáculo que todos disfrutaron y volvimos a nuestra mesa para escuchar la entrega de premios en la que también teníamos nuestros favoritos. La mayor sorpresa de la noche fue cuando el premio al mejor auto del evento se lo dieron a nuestra Berlingo, que ni siquiera pensábamos que estaba participando. Aunque fue una gran halago, el mejor premio de esa noche, fue que sentado junto a nosotros durante la cena conocimos a Roy, que nos invito a su casa, un campo cerca de Los Angeles, y así fue como encontramos donde dejar el auto para viajar a Europa.
Pero antes continuamos la gira manejando hacia Tijuana, Mexico en donde nos esperaba nuestro amigo y poeta Jhonnatan Curiel que esta vez había organizado funciones de Mandrágora Circo en 4 teatros repartidos por toda la enorme ciudad de Tijuana. Fuimos de una punta a la otra presentando el espectáculo, volvimos a Estación Teatro del pasaje Rodriguez y terminamos la temporada con en el teatro de la casa de la cultura a sala llena.
Nos despedimos de Tijuana a mediados de Septiembre y volvimos a manejar hacia Estados Unidos para dejar el auto, volver a Argentina y desde ahí seguir hacia Europa. Otra vez hicimos la fila para cruzar la “frontera mas transitada del mundo” donde cada día cruzan mas de 60.000 autos, solo en dirección norte. Manejamos casi todo el día con, mucho sol y tráfico, y llegamos a la casa de Roy, en las afueras de Los Angeles, donde preparamos las valijas y dejamos el auto, otra vez sin saber hasta cuando.
En Argentina pasamos una semana intensa, viajamos a la Patagonia para hacer 5 funciones en Santa Rosa, La Pampa, Plottier y Neuquén y nos reencontramos otra vez con grandes amigos. Regresamos a Buenos Aires, hicimos una entrevista para la TV Publica contando sobre la gira, a la que además de Rumania ya se habían sumado un festival de teatro en Bosnia y Hezergovina y funciones en Polonia. Volvimos a poner el espectáculo en dos valijas y un acordeón, como lo hacíamos cuando comenzamos a viajar en Argentina en el año 2003, y nos subimos al avión para cruzar a otro continente y continuar la gira, sin tiempo y sin destino, a la que decidimos llamar: «El mundo es nuestra casa»
- Aeropuerto Ezeiza, Buenos Aires. Argentina. 1 de Octubre de 2015