Todo parecía indicar que la gira de Mandrágora Circo continuaba en África. Desde Marruecos, en el extremo norte del continente, viajamos al extremo sur y aterrizamos en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Llegamos para hacer funciones en Ciudad del Cabo y luego seguiríamos a Johannesburgo, pero en el camino fueron apareciendo mas cosas que nos hicieron quedar por un total de 3 meses en el país.
En Ciudad del Cabo nos encontramos con Carol y Roy, que nos recibieron y nos fueron a buscar al aeropuerto en un Citroën DS de los años 70 con el que los días siguientes viajamos juntos conociendo pequeñas ciudades y pueblos en los alrededores de Ciudad del Cabo. Para el lado de la montaña y para el lado del mar. En los recorridos fuimos incluso hasta uno de los puntos mas al sur del continente, el Cabo de la Buena Esperanza, donde años atrás navegantes portugueses descubrieron que pasando ese punto se podía seguir navegando hasta la India.
La ciudad se encuentra a los lados de Table Mountain (Montaña Mesa) una extraña formación geológica con forma de mesa que parece ser mas antigua incluso que la cordillera de los andes. También es un parque nacional que se puede visitar y desde arriba se ve toda la ciudad.
Comenzando las funciones de Mandrágora Circo en Sudáfrica nos presentamos en Ciudad del Cabo, en un teatro en el centro de la ciudad. El público, en su mayoría adultos, disfruto del espectáculo y volvimos a programar mas presentaciones.
Siguiendo la gira por el país viajamos a Johannesburgo, Joburg, como le dicen los locales. Donde Princess con todo su equipo de la Plata4orm nos recibieron y organizaron un montón de actividades. Nos alojamos en la ciudad de Pretoria y todos los días viajábamos una hora en tren para llegar a Joburg.
Unas de las funciones que hicimos fue en el municipio de Alexandra, un gran barrio al noreste de Joburg. La función fue al aire libre, en el estacionamiento del barrio, que esa tarde se transformo en teatro, con escenario, telones, sonido. Niños, jóvenes y adultos disfrutaron de la función, incluso algunos que miraban desde las ventanas y balcones de sus casas.
Otras funciones fueron en Newtown, en el centro de Joburg y también hicimos una función en Pretoria, la capital del país.
Es imposible hablar de Sudáfrica sin hablar del apartheid, sin nombrar a Mandela. Aunque el racismo ya quedo atrás. todavía quedan secuelas de aquellos tiempos de discriminación.
Durante los días en Joburg fuimos a conocer el legendario barrio de Soweto, famoso por ser el barrio donde en épocas del Apartheid el gobierno traslado a la población de raza negra para que vivan ahí. Miles de personas habitaban esta zona viviendo en precarias condiciones, luego de haber sido despojados de sus casa.
En el año 1976 un movimiento de estudiantes de Soweto salió a manifestar en las calles del barrio en contra de una ley con la que se quería implementar que la educación fuera en Ingles y en Africano, que es un idioma de la época de la colonia, derivado del holandés, que es la lengua materna de los blancos en el país. Durante la manifestación la policia reprimió a los jóvenes matando a estudiantes. Esto provoco una gran revolución y el hecho, que se recuerda en un museo en el barrio de Soweto, es considerado como los comienzos de los movimientos dieron lugar al fin del apartheid en el año 1994.
Desde Joburg viajamos al este del país para visitar el Parque Nacional kruger, donde se pueden ver un montón de animales. Durante los días en el parque nos levantábamos al amanecer y recorríamos el parque manejando en busca de animales. Nunca se sabe donde pueden estar por lo que es cuestión de ir mirando atentamente. Encontramos manadas de elefantes, cebras, búfalos y jirafas. Un montón de ciervos, alces y diferentes venados. Hienas, leopardos y leones. Ademas de monos, gatos silvestres, rinocerontes, hipopótamos y cocodrilos.
Continuando la gira, volvimos a Ciudad del Cabo para presentar mas funciones en el mismo teatro donde ya habíamos estado. Luego viajamos a Grahamstown, una pequeña ciudad donde participamos de un Festival de Teatro.
Ademas de cerrar el festival con una función de Mandrágora Circo, en Grahamstown conocimos a Gareth, un músico que nos llevo a conocer la fabrica de marimbas y kalimbas. Para nuestra sorpresa descubrimos que en este pequeño pueblo se fabrican instrumentos tradicionales de África que se exportan a todo el mundo. No solo eso sino que también esta la «Biblioteca Internacional de Música Africana», con la colección mas grande de instrumentos y grabaciones de música tradicional de toda África.
Garet nos presento a Julián, un Argentino que vive en Sudáfrica desde hace algunos años con quien pasamos una tarde tomando mates y hablando de viajes.
Volvimos a Pretoria y allí realizamos la última función, en una universidad, donde los jóvenes, en su mayoría estudiantes de teatro disfrutaron de Mandrágora Circo.
Pretoria es la capital administrativa de Sudáfrica. Aprovechando que ahí se encuentran la mayoría de las embajadas de otros países africanos, pasamos algunos días tramitando visas y organizándonos para continuar la gira descubriendo África.