La invitación para presentar Mandrágora Circo en el Festival de Teatro para niños de Bucarest, Rumania fue el punto de partida para continuar la gira en otro continente y viajar a Europa del este. Después de los días en Bosnia and Hezrgovina volvimos a volar a Croacia y Alemania y llegamos a la ciudad de Bucarest. Nuestro espectáculo había sido programado para el cierre del festival así que los primeros días nos dedicamos a conocer la ciudad y ver las obras de las otras compañías que se presentaban y llegaban desde distintos países de Europa, era la primera vez que participaba en el festival un grupo de Argentina.
La noche anterior a las funciones hicimos el armado en el teatro y al día siguiente el teatro se lleno en las dos funciones.
Al terminar el festival viajamos en tren a Piatra Naemt, una ciudad al norte del país, donde también presentamos Mandrágora Circo en un festival de teatro. Aunque recién estábamos en los primeros días de Octubre llegamos a la ciudad con la primer nevada del año, bajamos del tren caminando sobre nieve y desde las ventanas del hotel veíamos como las montañas se cubrían de blanco.
En el festival se presentaban obras de teatro para adultos de diferentes elencos y ciudades de Rumania, comedias, dramas, danza teatro, la mayoría de las obras duraban entre 70 y 90 minutos y aunque el idioma rumano también es un derivado del latín, como el español, no podíamos entender casi nada de los diálogos, pero disfrutábamos de las puestas en escena y las actuaciones con lo que podíamos interpretar lo que estaba pasando.
La noche anterior a nuestra función hicimos el armado en el teatro con los técnicos y una traductora que mediaba entre nosotros y los técnicos. El sonido, la instalación de los elementos aéreos, las luces, todo fue siguiendo su curso de español a ingles, de ingles a rumano y viceversa, quedo todo preparado para el día siguiente. El teatro, que estaba recientemente renovado, se lleno de niños y adultos que disfrutaron de Mandrágora Circo.
Después del festival pasamos unos días mas en Rumania, viajamos en tren y visitamos Brasov, Bran y Rasnov, entre castillos, iglesias góticas y una mezcla entre antiguo y moderno.